Melisa Andrea Cantillo Meza
Desde que tengo razón me considero una líder y he sobresalido por mis habilidades para organizar a la gente que me rodea y por encabezar iniciativas que beneficien a Manzanillo del Mar, mi comunidad. Desde mi vinculación a las actividades de la Fundación Serena del Mar, especialmente al iniciar mi formación como profesional en Trabajo Social, he conocido herramientas que me conceden soportar estos rasgos que me han acompañado desde que era muy pequeña.
Tengo la oportunidad de hacer parte de diferentes iniciativas de la Fundación. Hace un tiempo tuve el honor de ser beneficiaria del CDI con la modalidad familiar y ahora que mi hija tiene cinco años sigo haciendo parte de este gran proyecto desde la modalidad institucional. He apoyado el programa de Adulto Mayor, el proyecto ExpresArte, varios procesos de formación complementaria y, desde el 2014, estoy cursando mi carrera universitaria. Todas estas experiencias han ido cambiando mi perspectiva del mundo y me permiten soñar con un futuro mejor. Sé que desde pequeñas acciones se generan grandes transformaciones y por eso sigo buscando oportunidades para vincularme a proyectos que, sin importar lo grandes o pequeños que sean, beneficien a mi entorno.
A lo largo del tiempo como comunidad nos hemos enfrentado a diferentes retos que con mucha determinación sorteamos para salir siempre más fuertes. Sin embargo, la coyuntura del COVID-19 se nos presentó como una situación sin precedentes para la que, tal vez, no teníamos muchas herramientas que nos ayudaran a salir adelante. Afortunadamente, en la Fundación Serena del Mar encontramos un aliado que nos respaldó desde el inicio de la contingencia y veló por el bienestar de cada una de las familias. Ver al equipo de la fundación trabajar incansablemente por garantizar las mejores condiciones para que nosotros pudiéramos sobrellevar el aislamiento me ayudó a evidenciar una vez más la materialización de las buenas intenciones. Esto cada día me llena de motivos para querer seguir trabajando por los demás.
Por eso, aun pasando por la difícil situación de quedar desempleada y en medio de la coyuntura actual, decidí hacer parte de esa transformación y vincularme cada vez a más iniciativas que me permiten aprovechar mi tiempo libre generando valor para los demás, lo cual es muy gratificante para mí. Hace unos meses me uní al Grupo Internacional de Paz (GIP) para hacer parte del proyecto Deportes con Principios, orientado a promover habilidades deportivas en los niños y jóvenes de Manzanillo del Mar para generar transformación social. Para mí es claro que no hay mejor manera de motivar a estas personas que puliendo sus habilidades en lo que más les gusta y lo he comprobado en estas iniciativas que tienen una gran acogida, marcando un punto de partida importante para el progreso y la transformación de los habitantes de la zona.
Cada día me sorprendo positivamente viendo el ingenio de mis vecinos que idean nuevas y mejores maneras para seguir ayudándose entre todos, es increíble decirlo pero en las situaciones más difíciles como esta pandemia que estamos viviendo hemos sacado lo mejor de nosotros. Esto lo logramos con las herramientas que la Fundación Serena del Mar nos ha brindado, permitiéndonos tener nuevas perspectivas y encontrar otros caminos para hacer las cosas, no conformarnos y pensar en todos porque si algo me ha quedado claro durante esta coyuntura es que solo pensando en los demás saldremos adelante.
El liderazgo, la solidaridad y el respeto por el otro son las premisas que debemos seguir todos los días al actuar. Así educo a mi hija y espero que esto sea lo que transmita a los demás a lo largo de su vida, el camino es largo pero formando líderes desde hoy podremos transformar el futuro y salir adelante en comunidad.