La Fundación Serena del Mar (FSDM) celebra la graduación como profesionales de dos jóvenes visionarios de la comunidad de Manzanillo del Mar, quienes hicieron parte del programa de Becas que ofrece la organización en alianza con la Fundación COJOWA del Colegio Jorge Washington.
En entrevista con la FSDM, Ever Quiroz, Ingeniero Industrial y Juan Miguel Ayala, Ingeniero Ambiental de la Fundación Universitaria Tecnológico Comfenalco, nos cuentan detalles de su época universitaria y sus planes como profesionales.
FSDM: ¿Cómo escogieron sus carreras universitarias?
EQ: Decidí estudiar Ingeniería Industrial cuando estaba cursando 10°. Siempre tuve esta profesión en mente, indagué mucho sobre ella. Hoy gracias a Dios es un logro cumplido y me presento con orgullo como Ingeniero industrial.
JMA: Me incliné por la Ingeniería Ambiental porque los componentes biológico y ecológico siempre han sido de mi interés. Con esta carrera encontré la mejor manera de mitigar impactos negativos y mejorar las condiciones del entorno en el cual nos desarrollamos. La energía, el agua y la ecología, son temas que me apasionan.
FSDM: ¿Qué fue lo más difícil de la universidad?
JMA: Enfrentarme a un mundo desconocido, pues cuando se ingresa a la universidad hay temáticas, conceptos y métodos totalmente nuevos, al igual que personas con quienes debemos convivir a diario.
FSDM: ¿Ser profesionales les cambio la vida?
EQ: Completamente, porque es la carrera que siempre quise estudiar y espero ejercerla de la mejor manera. Y más allá de mi cambio personal, espero transferir mis conocimientos para el bienestar de mi comunidad y de la sociedad en general.
JMA: Sí y mucho. Antes me consideraba una persona que desconocía muchas cosas e incluso temerosa a la hora de hablar. Hoy veo el mundo y razono de una manera diferente. El futuro de las comunidades está en la constancia y el esfuerzo que cada uno de sus miembros ponga en sus proyectos.
Fundación Serena del Mar: ¿A quiénes les dedican este logro?
Ever Quiroz: Primero a Dios, segundo a mis padres quienes me apoyaron en todo el proceso y tercero a todas las organizaciones que facilitaron mi formación como profesional: la Fundación Serena del Mar, la Fundación COJOWA y Fundación Carlos y Sonia Haime.
Juan Miguel Ayala: Se lo dedico a mis padres, pues son quienes me han fortalecido desde lo psicológico, lo emocional y lo económico.
FSDM: ¿Cuáles son sus nuevos proyectos como profesionales?
EQ: Planeo montar mi propia empresa, una empresa de dotaciones y Elementos de Protección Personal (EPP), es decir, todo lo relacionado con seguridad industrial, incluso asesorías y acompañamiento a los sectores que lo requieran.
JMA: Por mi parte quiero especializarme en asuntos relacionados con el agua o con el monitoreo de la calidad de los recursos. También espero desarrollar una idea de negocio que me permita aplicar y fortalecer mis conocimientos.
FSDM: ¿Cómo esperas contribuir a tu comunidad, Manzanillo del Mar?
EQ: Compartiendo todo mis conocimientos con aquellas personas que como yo quieren ser emprendedores. Creo que sumar esfuerzos hará nuestra comunidad más prospera, notable y con mejores condiciones de vida.
FSDM: ¿Qué mensajes les darían a los demás jóvenes?
EQ: Que antes de iniciar su carrera universitaria indaguen sobre ella, miren para qué sirve, cómo pueden acceder a ésta y sobre todo, de qué forma pueden aportar a su comunidad una vez sean profesionales.
JMA: Yo les diría que se dediquen a estudiar. Todos podemos hacerlo pues existen múltiples organizaciones, fundaciones e instituciones gubernamentales que apoyan la educación. Sí se puede salir adelante, sí se puede ser profesional y si se pueden lograr los sueños.
FSDM: ¿Contribuyó tu participación en los programas de la FSDM a tu proceso de educación superior?
EQ: Sí, aportó bastante, pues mi voluntariado con los niños de la Fundación potencializó mi desempeño y habilidades, además de prepararme para explorar actividades culturales como lo fue el Grupo de Gaita de la universidad.
FSDM: ¿Algún mensaje de cierre?
JMA: A la Fundación Serena del Mar, la Fundación COJOWA y la Fundación Carlos y Sonia Haime, gracias por su trabajo comunitario, espero que sigan apoyando a personas que como yo tenemos sueños por cumplir.