María Luisa Cabarcas Villalobos, vive en Tierra Baja, es madre de dos hijas y tiene una familia numerosa en la que las mujeres son mayoría. María Luisa nació con el don de la persistencia; ella tiene claro que el que persevera alcanza, labora en uno de los desarrollos de Serena del Mar, sueña con su casa propia y más importante aún, está trabajando por alcanzar su ideal.

La Fundación Serena del Mar conversó con ella y esto fue lo que nos dijo.

Fundación Serena del Mar: ¿En qué proyecto de la Ciudad Soñada estás trabajando y cuál es tu función allí?

María Luisa Cabarcas: Trabajo en Burano, un conjunto residencial de Amarilo y me desempeño como auxiliar de aseo y cafetería. Ahora mismo estamos en la fase de limpieza y mantenimiento de las instalaciones.

FSDM: ¿Cómo obtuviste este empleo?

MLC: Por medio de la Fundación Serena del Mar, Llevé mi hoja de vida y estuve muy pendiente al llamado de las empresas que tienen relación con la organización y que están interesadas en contratar personal. Iba mucho a las reuniones de capacitación que ofrece la Fundación, con el fin adquirir nuevos conocimientos, demostrando mi interés y constancia, algo que siempre me ha caracterizado.

FSDM: ¿Tu empleo en Serena del Mar ha mejorado tu calidad de vida?

MLC: Sí, muchísimo. Tenía meses de no estar trabajando y ahora con mis ingresos aporto al hogar, e incluso, he renovado espacios de mi casa. Mi meta a futuro es tener mi techo propio y posteriormente dejarlo como legado a mis hijas.

FSDM: Sabemos que Verónica, una de tus sobrinas, accedió a una beca de nuestra Fundación ¿Qué está estudiando y cuáles son sus planes?

MLC: Ella es estudiante de Gestión Turística en la Institución Tecnológica Colegio Mayor de Bolívar y está por terminar el programa. Sus planes inmediatos son seguirse capacitando para tener mejor perfil profesional y así entrar al mundo laboral. La educación es fundamental, es lo que nos permite salir adelante, por ello me hace feliz que se esté formando.

FSDM: Define lo que significa para ti Serena del Mar.

MLC: Es el desarrollo de mi comunidad y de la zona norte de Cartagena.

FSDM: ¿Y qué dirías de la Fundación Serena del Mar?

MLC: Es nuestra segunda casa. Allí hay muchas personas generosas dando todo lo posible para apoyarnos y crecer juntos.